27 de abril de 2017

Fe de letra

Yo no sé si lo viví o lo soñé o fue la rata, que recuerda alguno de los libros que se ha roído. El caso es que me costaba abrir los ojos, deshacerme de las sábanas que me abrumaban y saltar de la cama. Sospechaba que hasta el suelo había un abismo, proporcional a la inmensidad del espacio hasta la puerta. Me sentía ligero, sin embargo, mientras movía nervioso el hociquito, temiendo la presencia del gato o la entrada del ama de llaves.

No hay comentarios: