13 de diciembre de 2016

Humilde lector; intradomesticidades

Me termino el Algodoneros de Agee/Evans; comienzo y llevo mediado Los vagabundos de la cosecha de Steinbeck; obras seminales las dos anteriores, por su causa vuelvo a tomar "prestado" el Elogiemos... Volvemos siempre a los mismos libros, al monotema. Cualquier cosa que digamos, comparado con el tema y tono de estas obras "verdaderas" tiene que sonar a paparruchas. Por ejemplo, el comentario comparativo in itinere acerca de la inteligencia en Platón, la razón en Kant; sus respectivas ingenuidades y/o perversidad en torno a las posibilidades y definición de la ciudadanía; la limitada extensión de la polis platónica Vs. Cosmópolis koenigsberguense; la prudencia como inteligencia aplicada en los antiguos, la inteligencia atrevida en Kant; las decepciones con respecto al ideal; la moderación aristotélica a la vuelta de la esquina, a manera de protoidealización de las clases medias; las admoniciones popperianas; etc., etc.

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