24 de noviembre de 2016

Reflexioncillas de un maestro ruralizado

Butler escribe en su Erewhon que la educación de los niños se concentra en el pensamiento hipotético. (Puesto que una ontología de lo presente tiene que mostrarse radicalmente deficitaria, al cabo.) Eso, la planificación de mundos futuros, argumento central de ciertas pedagogías, es, como empresa personal, una verdadera tortura mental... ¿Alguien se ve capaz de imaginar un futuro que acabe bien?

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