28 de noviembre de 2014

Curioseando por la internet a ver si me encuentro algún texto, siquiera sea breve, acerca de la sociobiología/darwinismo social y sus incidencias, paralelismos o cruces de caminos con la política española. Poco éxito. Seguro que en las lenguas de civilización (inglés, frances, alemán) se hallan abundantes muestras de investigaciones acerca de este tópico, en su propio ámbito estatal. Lamentablemente, yo, que abomino de los españoles en general, me encuentro condenado y encadenado a una incapacidad genética para manejarme en otro idioma que no sea el español/castellano.

Al contrario de lo que sugiere y escribe el gran Ignacio Carrión, yo escribo no porque necesite escribir para mí y no para que me lean. Yo escribo mi Diario para que me lean, para resarcirme en el común de mi gris apariencia y estar. Y sí, vuelvo muchas veces sobre los fragmentos escritos. A veces no comprendo lo que puse, a veces siento orgullo. Sí, escribo para ser leído en el género que se lo proscribe, para ser reconocido y a la vez esconderme de mi pasado. Letras trazadas, máscaras, la cara limpia de las pantallas.

No hay comentarios: