2 de agosto de 2014

De miedos y aprensiones varias no nos libramos en parte alguna. La riqueza del oaisaje, humanizado y productivo, no consigue esconder la fuerza de la decadencia. Bez. El encanto de los pequeños restaurantes alrededor de la catedral y la plaza de la Revolución aledaña son solo eso, signos de distracción. Debió ser ciudad importante no hace tanto. Sobre la vida de las ciudades pasadas son expertos estos ciudadanos.

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