1 de julio de 2014

Carpetovetonian Herald Tribune

El Supremo ordena demoler una biblioteca pública ilegal en Las Palmas (El País)
Una ontologia emanada del dios o de la necesidad ha concedido que existan al mismo tiempo bibliotecas, prostíbulos y leyes, mientras que la lógica del lenguaje, encarada con la diferente condición de sustantivos y adjetivos, consiente un cuadro de doble entrada que produce entes tan curiosos y aparentemente disímiles como una biblioteca ilegal y un prostíbulo legítimo. Y eso sin hablar de nuestras instituciones de enseñanza, que diría aquel alemán... La geografía española y la hipocrática medicina de los humores, tan cercanos al trópico nosotros, hace el resto. (Borges y Dámaso Alonso podrían decirnos algo. De los libros y de la carne. Respective. Según creí leer cierta vez.)

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