24 de mayo de 2014

Villanía obliga

Tractores y borricos, de A. Duque. Sobre educación naturalmente. (Un libro de este señor, bastante atrabiliario en su cultura amplia, lo compré, y lo leí, en Granada la bella, promediados los ochenta. Seducido seguramente por su título . Quién me iba a decir que treinta años después, como el tiempo de una condena, me iba a convertir en socialdemócrata sin partido, que es una de las dos maneras de vivir y pensar políticamente en un país civilizado. La otra vía es la democracia cristiana, a la que respeto pero con la que no comulgo . Recuerdo, digamos al pasar, que tiempo después también leí otro texto atrabiliario, por lo ultraliberal, El conocimiento inútil de Revel. A pesar de lo cual no arrojé los libros al fuego para desterrar de mi las pocas posibilidades que me quedaban de obtener sapiencia. Tampoco me hice thatcheriano. En lugar de eso seguí comprando libros.)

No hay comentarios: