12 de mayo de 2014

Si no existieran tendríamos que inventarlos

Lo que sí reconoce que le irrita son algunas "señalizaciones". Según explicaba. "yo llevaría a un técnico de la DGT, lo montaría en un coche conmigo y le diría: vamos a entrar a 50, a 60 a 80, a 90, a 100, a 120, a 140 y a 160 kilómetros por hora y dime por qué hay un cartel que pone 40". Para el exministro lo ideal sería un sistema de paneles "con velocidades más adaptadas. Es decir, si hace un sol espléndido y estás en una autovía, por qué no puedo ir más deprisa. Los coches modernos no tienen ningún riesgo y tienen unas capacidades de estabilidad y seguridad activa y pasiva que yendo a 120 se va durmiendo el conductor". (Libertad digital.)

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