1 de marzo de 2014

Imposibles

El verano pasado, cuando Llorenç Riber fue llamado a Oxford para dirigir la versión teatral de las Investigaciones filosóficas de Wittgenstein (Blackwell), fueron muchos los que pensaron que se trataba de una empresa casi desesperada. (Bolaño cita a R. Wilcock; en Entre paréntesis, Anagrama)
Aclaración: Bolaño cita a Wilcock y a su "novelesco" personaje, Ll. Riber, y su empeño de adaptar el texto de Wittgenstein. Las palabras de arriba reproducen las del narrador italo-argentino en el cuento. Cito más por extenso:
 Era la primera vez que un director de evidente fama intentaba llevar a la escena uno de los textos fundamentales de la filosofía occidental; para colmo, el más moderno, el más elusivo, y para algunos hasta el más profundo. Adaptar para la escena los diálogos socráticos, como se ha hecho en la Universidad de Bogotá, algunas voces de la Enciclopedia iluminista, El mundo como voluntad y representación, incluso las Enéadas de Plotino, no solo parecía posible sino también deseable; la obra maestra wittgensteiniana, en cambio, no.

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