9 de agosto de 2013

Sindicalismos

Como decíamos ahora toca seguir limando al máximo el elenco de derechos sobre las condiciones de trabajo y sus mecanismos de protección. Lo ha dejado claro el documento titulado Las reformas necesarias para salir de la crisis, que la patronal aprobó en la última Asamblea General del mes de julio para remitírselo al Gobierno. En este sentido, la CEOE apuesta por que el empresario pueda convertir unilateralmente contratos a tiempo completo en contratos a tiempo parcial cuando concurran causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, y cuando esta modificación suponga una alternativa a eventuales despidos objetivos. Hacemos notar la expresión «unilateralmente». Es todo un concepto que quiebra el código genético del Derecho del Trabajo y que situaría la condición trabajadora en un espacio de darwinismo social.  Y, al mismo tiempo, añade más grietas a la calidad de la democracia española, hoy presidida –como hemos señalado en anteriores ocasiones— por un termidorismo rampante. O lo que es lo mismo: nunca como ahora la cuestión social es parte fundamental de la cuestión democrática. (Metiendo bulla)
Puestos a pensar mal, ¿acertaremos?, cuando la CEOE expresa su desacuerdo con la rebaja o prueba del diez (por ciento), a la vez que la conveniencia de convertir contratos a tiempo completo en contratos a tiempo parcial, pudiéndose ampliar el margen de horas complementarias disponibles, ¿no se está proponiendo una rebaja de, digamos, el cincuenta por ciento? Como dice el sindicalista, lo tomas o lo dejas. La libertad del darwinismo social. Si el darwinismo alguna vez consistió en algo diferente de la traslación de la economía política a la naturaleza. Una reactivación de las tesis duras de la sofística, al cabo.

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