23 de julio de 2013

Ética de malos náufragos

El mal ejemplo de las altas instancias propicia una moral de sálvese quien pueda, ahogando a quien sea. Al sectarismo e incompetencia de unos ha sucedido el descrédito de las instituciones que en menos de dos años han traído los otros. ¿Qué es independencia de los poderes? ¿Alguien lo recuerda? ¿Nadie percibe la barbaridad de que ni siquiera se piensa que hay que efectuar concesiones a la hipocresía, y que como mínimo no se puede ser juez y parte en el TC? Y que no se puede ser acusador y defensor de lo mismo. El puro cinismo del "y tú qué" nos lleva a enmerdarnos cada vez más.

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