13 de diciembre de 2012

Uso público

Este gobierno filo(me voy a callar la palabra) advirtió el posible fraude que se derivaría de su sabia medida de penalizar económicamente los primeros días de baja médica, sabia medida derivada a su vez de su premisa acerca de la culpabilidad presunta de los funcionarios por el hecho de serlo. El hecho, otro hecho, es que en un principio se les escapó que una persona (funcionaria, ergo fraudulenta) podría faltar hasta tres días, por motivos médicos, sin castigo ninguno. De tal modo, que para prevenir abusos, se decidió lo mejor: castigar a justos por pecadores y negar el derecho a estar enfermo. Que como tal no existe escrito, pero que es negado en cuanto condición de la humanidad por este benevolente gobierno.

¿Por qué estamos tan aborregados?

Qué raros son estos liberales que nos obligan a fijarnos en los reglamentos para asegurarnos del uso de nuestra libertad.

Falta a la verdad monseñor, a la que le debe testimonio por su oficio y por el ejemplo (camino, verdad, vida) cuando señala con su dedo acusador que en la Carta Magna figura tal derecho. Lo que sí figura en la Epístola Mayor es el derecho de los españoles a una vivienda digna, en lo que no sé si hace tanto hincapié este mi señor cura portavoz.

De la torpeza de hestos se puede imaginar la revancha de los hotros cuando vuelvan. Que pueden sostener que en la Carta se contiene justo lo contrario de lo que sostiene la Iglesia.

Nadie podrá negar honestamente, creo, que era difícil superar el sectarismo de por lo menos algunos de los protagonistas políticos en el inicio de la II República española, así como su capacidad para hacerse enemigos en todas partes. Pues bien, parece que este gobierno lo está logrando con un talento sin par.

Se enajena el señor diputado por la palabra "retrógrado". ¿Prefiere "carca"?

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