28 de noviembre de 2012

Veni, vidi...

La mayor parte de lo que (re)leo, no todo, afortunadamente, se me cae de las manos. Prosa de monaguillo descreído.

Me conformo con ser un bachiller aplicado que rumia su manual, ahora que nadie valora el estudio.

A propósito, esta biografía de Don César Tejedor Campomanes.

Por ejemplo:

La pasión por el conocimiento acompañó a César Tejedor todos los días de su vida. Son innumerables los escritos de toda naturaleza (artículos de ensayo, investigaciones sobre los autores más críticos de la  modernidad, narraciones incluso...) que quedan sepultados en .el disco duro del ordenador de nuestro malogrado amigo, cuya laboriosidad quedó interrumpida bruscamente por la fatalidad. Es de esperar que sus herederos legales investiguen esos textos, en los que se oculta sin duda más de una sorpresa.
Por Dios, ¿a qué esperan?

Soy un buitre, pero un buitre agradecido...

César Tejedor murió en el año 2005. Con él fallecieron su mujer y su hija, de siete años, en un accidente doméstico absurdo. Como muchas cosas en la vida.

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