16 de octubre de 2012

Daimónica materia

Si no fuera por esta afición por la tortura mental, que tan meticulosamente cultivamos, por los complejos, la envidia y el rencor que van colmando el pozo de nuestra alma, ¿cómo ibas a darnos a escribir un Diario? ¿Conocéis el Diario de un hombre que viva en plenitud y que valga la pena?

1 comentario:

Antonio López-Peláez dijo...

Nunca será peor que el de un hombre sufriente y desdichado. Eso sí que resulta absolutamente insoportable.