16 de junio de 2012

Yo a veces no comprendo

Sostiene A. E.:
La relación entre el Manifiesto Comunista y sus millones de muertos es comparable a la de Mein Kampf y los suyos. Y aún más inmoral para mí, porque, en efecto, el Manifiesto convocaba a la esperanza y eso es lo hórridamente imprescriptible de la utopía comunista.
O sea, que no comprendo porque los hechos (potencia criminógena) los tengo claros, pero no sé cómo se les debe de cargar a la esperanza que alienta en un libro. ¿Todo el poder para los libros? ¿Ninguno para quienes los empuñan?

3 comentarios:

Gregorio Luri dijo...

Yo creo que no es comparable. No olvide usted que nadie ha matado a más comunistas que... los propios comunistas.

José Miguel Ridao dijo...

Pues mi pariente no ha podido estar más comedido. Me da más miedo la reacción de AE que el interés por ese libro, que al fin y al cabo habla de esperanza.

Martín López dijo...

Perdonen que no les haya respondido antes. Aparte de que me lo estoy pensando, me parece que me plantean dos cuestiones bien diferentes, y syo soy de procesador lento... Por un aldo una comparativa del mal, si es que lo entiendo... Por otra parte, lo que me parece, en efecto, una reacción inquisitorial de AE. ¿Puedo fundir esas sugerencias? ¿El poder de las ideas? ¿Su encarnación en doxa y en prácticas bien concretas? ¿Consiste la dialéctica de la ilustración en la conversión de la teoría y el cielo platónicos en un infierno bien real?