14 de mayo de 2012

Del quinismo como ideal santo y teorético

Una vida dedicada al conocimiento es lo más maravilloso. Se necesita muy poco: apenas tonel y escudilla. Nos damos cuenta del tiempo que malgastamos en vanidades, sin embargo. Sin saber el que nos corresponde, en cuánto se tasaron nuestros pasos en la tierra, antes de disolvernos en ella. Al cabo, quizás, somos los juguetes de algún dios menor y apartado, que espera que en algún momento sus juguetes rían.

No hay comentarios: