11 de abril de 2012

Por la tarde

Querido Diario:

Sol, calorazo. El verano no queda tan lejos. Inquieto por la autobiografía y temiendo ser un diletante toda la vida. Algo positivo y negativo, supongo. Como casi todo, este asunto posee dos caras.

En clase, Nietzsche. ¿Sé lo que digo? En general...

***

A veces las ideas, las mismas que antes nos entusiasmaban, nos producen un poco de asco, si no somos capaces de traspasarlas, nosotros, si no somos capaces de suscitar un entusiasmo similar. Esto, con la edad, aparece cada vez peor, con más síntomas...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi entender una autobiografía, siempre tiene algo de auto-ficción. Las personas tendemos a sobrevalorar hechos que nos han ocurrido e infravalorar otros. Pero esa forma personal de concebir el mundo, es lo que hace interesante la autobiografía, de otra forma hablaríamos de un diario en el sentido más estricto de la palabra, una forma de relatar hechos, sin tener ningún contenido individual o subjetivo. No por ser aficionado en este quehacer, hace menos interesante la biografía, a veces no es tan importante los hechos como la reflexión de ellos.

Anónimo dijo...

Para transmitir entusiasmo a sus discípulos, debe de estar Ud. entusiasmado. Cierto que la monotonía termina por producir tedio!!!! Pero mi querido hiperbóreo no pude producirlo!!!!