10 de abril de 2012

Por la tarde

Vientazo en el SE. También aquí,

¿Por qué cuando pensamos miramos hacia atrás? (Quiero decir realmente; o sea, que al hacer el gesto de pararte a pensar tiendes a mirar por el retrovisor.) ¿Se trata de un desvarío etimológico de cuño heideggeriano?, ¿de alguna somatización más rara que de costumbre? ...

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Percibimos una momentánea felicidad, algo bien tranquilo, acorde con la edad y la fragilidad de la vida. Esta tarde, en casa, mirando burguesamente los libros en las estanterías baratas. Acariciamos sus lomos de gato de papel. Bien, no hay ganas ni de leer. Aunque se tiene que. No somos como los de Salou, creemos en el viejo ideal del chiquitín de Königsberg, a quien los de ahora no seríamos dignos ni de limpiarle los mocos. Los gobernantes, menos---

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