6 de marzo de 2012

Mar

Autoimprecación del laico:
cuánta es mi ignorancia, Señor
¿Desconocido?, acerca de ¿Tus? obras.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Horas de sopa de neuronas.
A veces cuando estudio un tema a fondo, intentado conocer el punto de vista de todos los doctos en la materia. Se produce tal conjuro contra uno, que se pierde el norte (o el sur; a mi me gusta más), terminando por dudar hasta de las ideas esenciales y evidentes que de bachiller uno conoce. Yo lo llamo, la maldición del todo. No que da otra que frenar en seco, recapitular e incluso en algunos casos dejar el tema en stand by hasta que las sinapsis vuelvan a conectar nuestra sopa de neuronas.