18 de febrero de 2012

En aras de Benjamin, en alas del ángel

En épocas de descontrol o desastre, cuando los buitres se desperezan y otean obrero, y quizás el obrero se ha vuelto tan necio que siente compasión de los buitres y hasta acaba comprendiendo que sus arbitrios de carroñero fundamentan leyes de la realidad y de la razón, nada ha de extrañarte, mon semblable, que quien más quien menos sienta la urgencia de un barniz teológico.

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