10 de enero de 2012

Y sin embargo...

Lo que ganamos con la dispersión, ¿compensa lo que perdemos con ser incapaces de centrarnos en un solo objeto?

Y sin embargo...

No siempre se sale bien librado del interés monotemático... Al menos en la apreciación ajena... No sabemos si dispersándonos ganamos en sabiduría o prudencia. Tampoco importa en exceso.

Añadimos nuestra voz al coro de las voces muertas. Conversamos con los recuerdos. Desvarío.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El estudio de los defectos de quimiotaxis de los neutrófios polimorfo nucleares en el Síndrome de Chédiac-Higashi o en el dePapillon-Lefevre son realmente muy interesante. Pero la verdad aun gustandome mí trabajo, qué vida más aburrida si no pudiera en unos momentos deleitarme con la visión del arte bizantino o el modernismo, escuchar la ópera de Wagner o The Dark Side of the Moon de Pink Floyd, leer el Quijote o a mi querido Unamuno (con perdón, pero para mí es un maestro), seducirme con el pensamiento de Platón, pero también con el gran Ortega y Gasset. Leer sobre el modelo estándar de física, lo posible conocido sobre, por ejemplo, el bosón de Higgs y su campo o esperar con impaciencia la fecha de julio del 2015 para ver las primeras imágenes de Plutón por la sonda espacial New Horizons. Por lo tanto, dispersión, dispersión, no ganaremos en sabiduría, pero si en diversión.