8 de enero de 2012

Todavía no se han enterado...

... de que lo queremos decir con libre albedrío no es una arbitraria fuente de los actos, una mágica espontaneidad o libertad positiva que nos haría iguales a los dioses (el fuego que nos vino de arriba nos hizo la ilusión de poder subir, de la trascendencia), sino lo que queda sin encaje en los acontecimientos predichos y previstos. Un imponderable, para el cual el concepto matemático de límite puede representar un buen útil heurístico. Nunca se llega.

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Para después: ciencia y Régimen.

(Imagen en el blog enlazado; de un libro de bachiller, 1956)

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