17 de diciembre de 2011

Doxas

Supongo que Miguel Hernández tuvo dos problemas: el primero, el de elegir el bando perdedor (no sé si se elige eso; yo pienso que jamás sería comunista, pero también estoy seguro de que hubiera elegido el bando perdedor, los ganadores me dan algo de náuseas); el segundo, seguramente que el principal, que tenía más talento del que los que le encerraron y querían acabar con él pudieron imaginar en su vida. Y la envidia y el odio son muy malos.

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