Póngale una sonrisa al tsunami

Sale el gran E. P., la luz de nuestros días crackeantes (el crack español del 8), en la tv (que es lo que nos queda a los pobres cultos que no tenemos ni canapés ni almendritas, que dirá aquél) y tiene el cuajo de contarnos, el día que Arturo Mas, presidente de la Generalidad, anuncia un nuevo recorte futuro de los salarios de los empleados públicos, que cualquier tiempo pasado fue peor. Estrena libro, don Eduardo, y debe ser verdad lo que cuenta: que vivimos mejor que nunca, porque vivimos y es lo único que nos queda, y los mercados no han exigido todavía que sobramos, que belleza significa exterminio (esto sucede ya en otros lugares desde hace mucho), y pensamos que guerra significa lo mismo que todo este ruido indeciso de parados y gobiernos, pero con pechos inflados, grandes ideas de patria, medallas y canallas.