1 de septiembre de 2011

Cortesía

No responder, de ninguna de las maneras, a los maleducados anónimos. Sí, por supuesto, a los que firman y respetan las formas. Con éstos hay entendimiento; con aquéllos, lejanía.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Oy con el payo, como se pone...

Anónimo dijo...

Digooo!!!

Anónimo dijo...

Cuando comento algún escrito de un blog, siempre lo hago de forma anónima, reconociendo no ser lo correcto, a veces el ir de incognito, sobre todo a las personas muy tímidas, nos da la fuerza para desnudar la mente o mejor dicho, nuestro pensamiento. En ningún momento lo hago por falta de respeto. Aun no siendo capaz de entender todo lo escrito, ya que en este medio hay cabezas muy versadas, y yo una pobre pensante, a veces quieres plasmar ese pensamiento u opinión. Pero no para obtener une respuesta, sólo por cristalizar una idea. Me parece que la discusiones siempre son enriquecedoras, creo que para todos ¿??? Tengo envidia sana de la facilidad de expresión y compresión así como de la cultura de la gente de estos blog, por eso los leo, ¿ se me pegará algo?.
Bueno de todas formas toca volver a la rutina, pacientes, estudio, medicamentos, estudio, tratamientos, estudio. Tiempo para nada, trabajar, trabajar.

Martín López dijo...

La cosa va con los comentarios que se ponen en los periódicos, a las noticias. Me refería, sobre todo, al asunto de los docentes, y las auténticas judíadas ignorantes que llega a escribir la gente. Cosas que si se dieran nombre y apellidos, evidentemente, se tendrían en muchos casos buen cuidado en escribirlas, por lo que pudiera pasar. El anonimato ampara a los cobardes (desafortunadamente no solamente a los tímidos).