24 de julio de 2011

Mi querida señorita:

En la humanidad caben Fernando Sánchez Dragó y otros. Entre ellos, éste que suscribe. Virtud, la de la tolerancia, propias de un ucedista. Escribe F. S.-D. en El mundo lo siguiente:
En mis pupilas sólo caben las imágenes que el sábado nos brindó la plaza. Eran fulgores, eran puñales, eran fractales.
(...)
El vídeo de la corrida debería proyectarse en las escuelas para que los niños se enteren de que el mundo y la condición humana no es lo que sale en la tele.

Tomás ha vuelto del Hades transformado en un torero metafísico. Ya no es sólo, como en otras ocasiones he dicho de él, dionisíaco. Ahora, además, es aristotélico, platónico y socrático. El toreo, en su muleta, se vuelve filosofía. No cabe llegar más lejos. Ahí van mi mano, mi gratitud y mi enhorabuena.

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