12 de junio de 2011

La transformación

De toda la estúpida ansiedad, cuando escrita, no queda nada. En una frase sencilla el humo se ha transformado en estatua de mármol; el tiempo que arde como si estuviera en la brasa de un cigarrillo, con ese mismo desgaste y despilfarro destructores, deja paso al ser sin tiempo: un cuerpo que habla.

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