23 de mayo de 2011

Continuidad


La sorpresa la tiene que experimentar solamente un ser ingenuo como yo. No tiene la cosa nada de especial, sino que me llamó la atención esta mañana, mientras estaba en clase (examen de Ortega, precisamente), que un mal alumno como yo haya tenido como profesor a alguno de la lista. (La cita es de B. Oltra, op. cit., p. 95.)

También pienso que considerarían este recordatorio de continuidad (los filósofos quedamos como amigos a través del tiempo, incluso despreciando la muerte) como un hermoso gesto (muy pequeño) de alguien que no es discípulo ni es nada (yo soy anónimo) y que sólo lo escribe por el desinterés puro.

En cuanto intento reflexionar me pierdo. Fui un alumno poco dotado.

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