25 de febrero de 2011

Por la tarde, IV

Hay gestos muy bonitos (bonitos quiere decir hermosos): en la forma en que dejan caer su blanco las flores del almendro, en la confianza de los inocentes (algo habrás hecho tú para ganártela), en las gracias que te dan y en las gracias que tú también recibes, en la sorpresa y en la espera. En un paso de baile, en la música que entra por la ventana de los colegiales arrasando tristezas. Hasta los relojes ríen con su marcha constante, y recomiendan las dgt´s precaución en las carreteras. En los días de dolor, de leve a moderado, también corre un poco de agua.

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