23 de octubre de 2010

Videncia clara

No hay un alma negra que no pueda producir una letra blanca. Si se lo propone. De hecho, es para tales momentos para los que habría que limitar el acto de la escritura. En cuanto a la materia prima: primero, la existencia tiene que ser ordenada, y no parece sencillo que la parte, cada uno de nosotros, se convierta en juez, por mucho que esto sea lo preciso, lo que no podemos seguir retrasando indefinidamente. Y en cuanto a la otra materia, la lectura, creo que hay momentos, éstos, en que lo único que vale la pena son los poetas, puesto que escriben corto, abierto y oscuro (en todos ellos anida un pájaro Heráclito) y no hay por qué entender todo lo que dicen y hasta se pone uno mismo a imaginar que está llamando a las puertas de su República (sector pequeñoburgués caído). Eso, o seguir con la ironía, o que la solución venga de eso que transcontinentalmente sabemos. Que nada.

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