16 de octubre de 2010

Los premios literarios y el clembuterol posible

E. M. se presenta, por fin, al Premio P., con el fin de saldar una vieja deuda con el histórico editor.  Esto lo manifiesta públicamente. Gana el Premio. E. M. se presentó con pseudónimo, y la obra con otro título (no sea que con el título original dijera el nombre de su autor, la muy chivata). Naturalmente. Transparente. Todo el mundo conoce que los sobres son inviolables y los teléfonos y los acuerdos no existen. Un país no puede vivir eternamente en la mentira, creo yo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ERASE UN GRAN LECTOR(YO) Y BIBLIOFILO QUE SIEMPRE REPASABA TODAS LAS LIBRERIAS DE TODOS LOS SITIOS A DONDE VIAJABA.NUNCA SE ME OCURRIÓ(NO SÉ PORQUE)COMPRAR UN LIBRO DE ESTE SEÑOR(NI SE ME OCURRIRÁ)· ERA PORQUE ESTABA EN ESOS VOLÚMENES COMERCIALES DE PRIMERA LÍNEA (DE LOS ESCAPARATES)QUE NUNCA CONSIDERO.

LA "MAS MEDIA" INTELECTUALOIDE,
LOS PERIODISTAS INCULTOS(GEMIO AND COMPANY)
SON LOS CULPABLES DE LA NUEVA DECADENCIA DE OCCIDENTE(O DE LA PRÓXIMA CATÁSTROFE HUMANITARIA)
PODRÍA SEGUIR...