29 de octubre de 2010

... en plata nueva

Oh perfume dulzón, yo no sé por qué me invades la memoria de imágenes intolerables. Nos haces soñar con la vuelta del tiempo. Sin embargo, el tiempo no vuelve. Vas ocupando una estancia, descubriendo rostros y cuerpos reducidos a labios que musitan. Pero vas y me dices lo inesencial, la reducción falsa de los años, cuando la verdad es más nítida: la lengua que dice la verdad ahora y en cualquier momento. Pero no es el amor quien habla...

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