27 de septiembre de 2010

La cuestión metafísica fundamental

Días extraños:

Qué rara sensación sería si, después de estar a punto de empotrarte contra un camión en la infame carretera secundaria, a causa de una estúpida falta de pensamiento, te bajaras al llegar del coche, vieras el mar, condujeras tus pasos por las avenidas del campus, vieras a los muchachos tan distraídos (ay, si supieran lo que va a ser su vida) y sintieras en la piel una brisa húmeda algo incómoda (quizás algún virus detrás de este malestar de hace algunos días).

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Desprecio y nada más merecen estos ideólogos/eruditos violeteros que predican virtud y desparraman desvergüenza por sus poros de cobardes. Esta es otra cuestión aparte del miedo, de lo fundamental: por qué un hecho, en vez de otro. Indeterminación, hado. O que este camión no era para mí.

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Descanse en paz As. No pude ir al entierro. Uno queda mal (muchas veces) sin haberlo buscado. A ver cómo solucionamos esto.

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No puedo dejar de pensarlo: Los inmateriales pensamientos o los igualmente inmateriales valores son realmente capaces de teñir los hechos y orientarlos en un sentido u otro. La conciencia constituye un poder realmente actuante. La conciencia determina el ser, y no a la inversa. Aunque de una forma incontrolable.

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