8 de septiembre de 2010

Facilidad, III

No sé si existirá alguna manera de no pensar a la que se le entregue, en virtud mismo de su inacción, el objeto o la verdad. No me refiero a la intuición, que es un tipo de pensamiento mágico, por instantáneo, por ir del cero al infinito en una nada... Este tipo de representación no constituye más que un pensamiento vergonzante, uno que no ha hecho los deberes, un ser inconstante... Yo me refiero, más bien, a dejarse ir, a poblar la mente con un vacío, a decir que sí a la ausencia de las ideas... de tal forma que el objeto surja por sí mismo, y que así deje de ser objeto para volver a su realidad de naturaleza, espontaneidad.

Pero lo que yo pido no sé, relamente, si está fabricado en algún sitio...

No hay comentarios: