27 de agosto de 2010

In vino veritas

Este frg.:

“Unidos por el alcoholismo tirolés conocido mucho más allá de las fronteras del país por su extremosidad, se han propagado estos vagabundos de Innsbruck, unos apenas recién separados de la vida burguesa y otros completamente perturbados, todos ellos con cierto toque filosófico e incluso teológico que trataba tanto los acontecimientos del día como la razón de todas las cosas, a pesar de que justo a quienes tomaban la palabra a voz en grito se les solía atascar el discurso a mitad de la oración.” (Sebald, Vértigo, op. cit., p. 152)

Qué extrañeza que se corresponda el párrafo copiado con el párrafo leído. Para el convaleciente todo el mundo es nuevo. Cualquier cosa que aparezca, aunque la haya guardado en su memoria de ocasiones anteriores, se le ofrece como algo desusado. El espíritu del copista, además, se reconcilia con las cosas, a causa de lo modesto de su quehacer.

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