2 de mayo de 2010

Evidente

La tinta es amarga, o no se pone uno. ¿Me iba yo a poner a cantar el estómago satisfecho? No sería así capaz de ver que casi todo se reduce (¿se niega?) a mineral. A lo más: un paisaje, un canto incomprensible, la luz del sol que nadie ha demandado, una lengua suelta.

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