20 de marzo de 2010

Fernando Pessoa/Alberto Caeiro

En préstamo:

(...¿Qué me importan a mí los hombres
y su sufrimiento o lo que se supone que sea su sufrimiento?
Si fueran como yo, no sufrirían.
Todo el mal del mundo viene de importarnos unos a otros,
sea para hacer el bien o para hacer el mal.
A nuestra alma le basta con el cielo y la tierra.
Desear más es perder esto de vista y ser infeliz)

(Bendito sea Dios por no hacerme bueno,
por tener el egoísmo natural de las flores
y de los ríos, que continúan su camino
preocupados sin saberlo,
sólo con el florecer y el ir corriendo.
Esa es la única misión en el mundo,
la de existir con claridad
y continuar sin darse cuenta).

1 comentario:

la costarricense, la capitana. dijo...

Me encantó esa reflexión y pienso parecido.No crucemos el puente antes de llegar al río ni forzar las cosas es favorable. Vivir en paz con uno mismo..y ya.
Un saludo