15 de octubre de 2009

Tarde de sol

Ruidos de las obras de la calle, preliminares del infierno, preámbulos de la sordidez y de la nada...

***

Robert Walser, un genio, escribía microgramas y acabó mal. O al revés: acabó mal y escribió microgramas casi ilegibles (según me confiesa mi memoria). ¿Qué será, entonces, de nosotros los comunes? Únicamente nos salvaría, pero no a nosotros mismos de nosotros mismos, que estuviera la insania antes del aforismo (que esto, por ejemplo, fuera la escritura desordenada de los síntomas).

***

El ruido que no cesa (¿libro de ...?)

No hay comentarios: