20 de agosto de 2009

La trampa

Perdidos: los personajes muestran una inclinación constante a la mentira. De ahí el suspense y el aburrimiento.

Quizás también de la fabulación (en tanto desvío de la verdad) viene la utopía. La mentira de la utopía, como una creación continuada de esperanza, un irracionalismo capaz de sobrepasasr la destrucción del mundo.

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Comienzo del libro de Praz sobre la erótica romántica (La carne, la muerte y el diablo ...): muy bien.

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Quiero decir (sobre Perdidos) que hay modelos de mundo que no pueden serlo de un mundo real: que ningún lenguaje o sociedad pueden fundarse (perdónese la metáfora genética) sobre una intención no veritativa.

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Pequeña miseria privada: obsesiones estúpidas, miedos.

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