11 de junio de 2009

Ideales

Independencia y clase---

Lo que yo no tendré, dices. Justamente eso.

Vayamos por partes:

Independencia. Yo el que menos. El más dependiente de todos. Puede ser. Pero yo quiero hablar de una libertad interior, anterior a todos los sucesos del mundo. El más pobre puede tenerla y morir solo con ella (o con Dios si acaso).

Clase. Yo tampoco. Tal como la defino, tal como lo intento en un principio, sin lograrlo = que nunca tenga que arrepentirme de lo hecho, y yo siempre me arrepiendo, inmediatamente. Decís. Pero no me refiero a esa grieta en mi carácter (tal y como me determina el horóscopo, para los días de la vida). No avergonzarme de lo hecho, mejor. Te puedes equivocar, pero delante del espejo podrías seguir mirándote... Son los ejemplos difíciles de taer... Igual que otras expresiones que se aproximarían a lo que intento significar, y que tampoco me convencen del todo. Si "clase" hace sospechar "clasismo", elegancia... qué te voy a decir. Saber estar, otro tanto (uno es un tímido que no sabe estar). Nobleza... lo mismo. Vocablos cargados. Pero no se quiere renunciar a lo que se pronunció en un instante. Independencia, lo primero. la clase, lo segundo. Ya lo tengo, creo: la manera de sobrellevar la independencia con otras soledades, de "gestionarla". Algunas veces poniendo la otra mejilla, acordándome de los cristianos; en otras ocasiones, acogiéndonos a la ley, la de la cuidad o la de Nietzsche. Perder los papeles, nunca. Recordando a los padres. Ideales, modelos, todo tan complicado. Hace tanto calor!

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