15 de junio de 2009

Dios, la ciudad, Kavafis

El círculo vicioso cartesiano:

Me puse en marcha, seguí los pasos prescritos en el orden nuevo, llegué finalmente al lugar prometido, el de las raíces fecundas. Comprendí, en ese instante, que fue la ciudad la que estuvo tirando de mí desde el principio.

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