10 de febrero de 2009

Cartesiana mente

No sé si es lo que corresponde: convencer a los alumnos de que yo no entiendo a Descartes; de que puedo hacer una narración verosímil o hilvanar los tópicos cartesianos… de una manera superficial y puede que persuasiva, a veces, pero que eso justamente no es profundizar ni ir al problema que el Discurso… plantea.



Supongamos que yo voy por un camino, que pasan los minutos, las horas, y luego los días y los años… que no sé a dónde voy, porque se me ha olvidado o porque no lo he sabido nunca… ¿cómo voy a aprenderlo ahora? Así que cobro conciencia de que soy yo, aquél al que le pasa todo eso que no tiene sentido, el andar sin saber ni por qué ni para qué… soy yo, a pesar de todo y gracias a todo soy yo… Pero, entonces, el método no es más que mi camino. Lo que significa que no me puedo salir de él, que nunca voy a ser otra cosa que esa indecisión mantenida, que lo real no es mi conciencia, sino una x en un cronotopo…

No hay comentarios: