3 de diciembre de 2008

Proposición no de ley

La falsedad de una definición prima facie de la verdad como correspondencia entre enunciado y experiencia se percibe con evidencia (racional), con nada más que observar las dificultades que plantea la contrastación de una proposición empírica sencilla. En efecto, la remisión a la experiencia depende, más de lo que se cree, de un engrase bien establecido de las intenciones subjetivas con las relaciones intersubjetivas. Del carácter acrítico, natural o neutral, de estas últimas. No me parece demasiado aventurado, a este respecto, señalar, que las condiciones de verificación dependen de la previa delimitación de lo normal vs. lo patológico; i. e., de la atención a la razón qua salud mental. Todo esto muy moderno y nada siglo XXI.

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