16 de noviembre de 2008

Die fackel

En el mismo periódico del post anterior, en su página 22, aparece una nota de agencia que nos debe hacer reflexionar acerca de los abismos (pozos o simas mentales) a los que debe bajar la autoridad judicial para poder efectuar su sindéresis. Pongo un fragmento que me deja sin aliento. A mí, porque el alma la sociedad la ha perdido ya, en su condena previa e irrevocable de los inocentes, y en el cristianismo preferencial y ateo que ejerce con los culpables. Entre tibiezas todo, y tinieblas.

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