19 de septiembre de 2008

Ruido de vestidos desgarrados

Los residentes cacanos primero sufren la tragedia, y luego se regodean en su propia porquería: se culpan unos a otros con maledicencia incivil, transmiten las imágenes del dolor, dan grititos hipócritas. Así, poquito a poquito, a sorbos que no queman, van destrozando las posibilidades que les quedan.

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