23 de septiembre de 2008

Inescrutable

(Bilis)

Se es español cuando no se puede ser o hacer otra cosa, y como oferta especial se le da al español un coche (gran cilindrada alemana, of course, para compensar la nesciencia innata del gañán que lo calza) para que pueda hacer el animal.

No solamente la piratería somalí nos asalta con hechos que saben a otra época. Las compañías del sector cuaternario (tan de vanguardia ellas) lo hacen de manera más sutil (sin armas de fuego; por ahora): i. e., modificando a su gusto y conveniencia las condiciones del contrato, sin notificarlo en forma debida, con llamadas de "número privado" y hablar rapidísimo...

El que se crea que lo del progreso (político, moral, personal) necesita pastillas que lo saquen de la ingenuidad. Bloy llevaba demasiada poca razón. (La fe le servía de apoyo para tomar impulso, porque quizás no haya manera de destapar la rabia que no sea en las alas de una falsa creencia.)

***

Viendo las imágenes de la bestia erróneamente bautizada, no sé qué es piedad ni perdón ni para qué. Ps. Aunque leyendo el final de la historia, observo que se ha hecho justicia a sí mismo. Habrá quien piense -miro a mi lado: no hay nadie, pero yo mismo lo pienso- que después de la caída de los patíbulos la ingeniería genética podrá contribuir a la erradicación preventiva (terapia génica) de estos monstruos asesinos. En cuanto a la estupidez, criminal en sus consecuencias, de la policía y demás autoridades públicas (que seguro que las hay, y mejor pagadas), sólo se entiende la cosa por la nefasta penetración de ese cristianismo sin Dios que es el pensamiento socialdemócrata. Por lo menos cuando estaba Dios había contra qué y quién lanzar la jeremíada. Ahora sólo queda salir corriendo y morir de asco por las pedagogías de la segunda y la tercera oportunidad.

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