2 de abril de 2008

N.

La muerte de Dios: el horizonte borrado, según La gaya ciencia---

Ningún lugar a donde mirar en un sentido preferente, mejor que a cualquier otro; pura indiferencia, mala infinitud---

(Por lo tanto, supresión de las perspectivas.)

(Pero, ¿no es éste el camino del espacio abstracto abierto por la mathesis moderna? Abierto por su magnífica, engañosa y fría incomprensión.)

¿Quién se pone en marcha? Sin camino porque no hay meta: indiferencia, posibilidad abierta, nada para construir, en el terreno baldío---

(Caída y errancia: dice el texto de N. Libertad: sin cadenas solares, divinas---)

...

Pero no somos nosotros los culpables: borramos el horizonte, desecando su agua, porque alguien nos otorgó la esponja. ¿Un acontecer?

No hay comentarios: