3 de marzo de 2008

Noticia...

... de una degeneración.

¿Para qué está el código penal? Quiero decir que es muy sencillo, y garantista, acudir a la interior intención de los hechos, y sus referencias y significaciones lejanas (la moralidad burguesa tan filistea y bien comida). Sin embargo, para quienes entendemos el kantismo moral (si no es redundante la expresión) a partir de la conducta públicamente mostrada (pues la buena voluntad o la verdad no es más que el noúmeno supuesto de unos hechos, humanos, visibles) no habría otra salida, digo, que la actuación según reglas legalmente dispuestas para hacer conocer a los imbéciles los significados de las cosas. Al tribunal podrá espetarle el artista su particular visión del mundo. Porque si, como supongo y quizás no me equivoque, el acto artístico tiene la pretensión de apuntar a una indiferencia moral, ¿por qué no ejecutar directamente el crimen, y realizar una mímesis/obra/performance perfecta/ideal/divina?

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