18 de enero de 2008

¡Qué difícil!


Ni mucho menos es difícil: para ilustrarse sólo se pide la voluntad: puesto que la moral cartesiana (según la edición de Gilson del Discours...) sirve a la ciencia nada más. Puro platonismo, más consecuente que el platónico y su imposible ciencia para la política.


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El desastre.

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