14 de enero de 2008

El razonamiento moral sobre las cosas...

... humanas corresponde, la mayor parte de las veces, a una pereza autosatisfecha; en este caso, la moral representa ser la mayor enemiga de la ilustración; porque, realmente, no estamos ante una reflexión ética que se pone en juego, sino frente a una ortodoxia a la que le sobra todo, aparte de sí misma. Esta clase de ortodoxia, que pretende no saber que lo es, se manifiesta renuente a las informaciones que le llegan (en esto sí que se muestra hipercrítica), y sigue considerando que, a pesar de todo, el comunismo es/fue una buena idea. Es un acceso febril que afecta a no solamente espíritus simples. Al respecto, vale la pena señalar que se puede uno evadir con el argumento de que se le ha malinterpretado (y no sería ésa mi intención, si así se pensara): lo que me ocurre es que, por mucho que me esfuerce, no puedo sintonizar la moral con la cara de Lenin, interfiere siempre el gran inquisidor amante de fogatas.

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